Llega el verano y hace calor. Vamos a la playa, a la piscina o, simplemente, salimos al campo o a pasear por la ciudad y necesitamos protegernos. Estamos en una época del año donde los rayos del sol penetran con más fuerza y toda precaución es poca.
La crema solar bronceadora
Con independencia de las recomendaciones que aconsejan evitar la exposición a los rayos del sol en las horas centrales del día, lo cierto es que, si queremos tomar el sol de forma segura, debemos aplicarnos crema solar con el adecuado factor de protección (FPS) a nuestro tipo de piel.
El FPS (o SPF) es el índice que mide la capacidad de un protector solar de resguardarnos de los efectos nocivos de la radiación solar. Por ejemplo, si utilizamos una crema con FPS 15 significa que, tras su correcta aplicación, estaremos protegidos durante unos 300 minutos (20×15).
La receta para hacer un protector solar casera
Para preparar crema solar casera necesitamos una serie de productos y seguir un procedimiento para hacerla.
Ingredientes
En primer lugar, ¿qué necesitamos para hacer crema solar casera?
Necesitamos:
- 100 gr de manteca de karité.
- 50 ml de aceite de coco virgen (FPS 10-20).
- Aceite de semilla de zanahoria (FPS 30-50).
- Caolín (opcional).
Si queremos elaborar una crema de protección solar, tendremos que emplear 100 gr de manteca de karité para todo tipo de cremas que hagamos. Este producto proporciona a las cremas solar la untuosidad suficiente para que se pueda extender por las partes del cuerpo por donde nos la echemos.
¿De qué sirve que todos los productos empleados sean ecológicos?
Esto significa que, además de ser respetuosos con el medio ambiente, cuidarán nuestra piel fortaleciéndola y previniendo alergias.
¿Qué debemos hacer para tener cremas solares con diferentes FPS?
Si queremos que nuestra crema solar tenga un FPS de entre 10 y 20, deberemos utilizar 50 ml de aceite de coco virgen. El aceite de coco es un ingrediente base importante para la fabricación de cremas solares.
La crema hecha con aceite de coco tiende a ser pastosa, aunque retiene más agua que la crema hecha con otros aceites y, por lo tanto, aumenta el rendimiento del producto. Es más soluble en agua dura y agua salada que otros aceites.
En el caso de elaborar una crema con FPS de 30 bastará con echar la misma cantidad, pero de aceite de semilla de zanahoria. El aceite de zanahoria es un excelente ungüento para el cuidado de la piel. Aceite de alta calidad que contiene naturalmente ß-caroteno y vitaminas A y E.
El aceite de zanahoria aumenta moderadamente la producción de sebáceos y, por lo tanto, es útil en productos para el sol con efectos regenerativos para pieles secas y escamosas. Tiene varias propiedades cosméticas: antienvejecimiento, fotoprotección, reparación dérmica, acelerador bronceador, emoliente y suavizante.
Gracias a este aceite, te rejuvenecerás, hidratarás y ayudará a que tu piel se broncee más fácilmente. El aceite de zanahoria es rojo oscuro debido a su contenido de ß-caroteno. El uso excesivo de este aceite puede causar una pigmentación anaranjada de la piel. No debes exponerte al sol después de aplicar este aceite, ya que contiene aceites esenciales fotosensibles.
El efecto del limón y los aceites esenciales de naranja y geranio aumentan los beneficios de este aceite gracias a sus propiedades antioxidantes. Es ideal para usar en la noche, dejando que se absorba antes de vestirse.
Para que la crema solar casera tenga un FPS de 30 y 50 (el máximo que se conoce), le echaremos aceite esencial de semilla de frambuesa. Es rico en ácidos grasos omega 3 y linolénico, rico en vitamina A, complejo B, C y E. Hidrata y mejora de manera efectiva la elasticidad de la piel, reduce las arrugas, la sequedad y las líneas expresión rejuveneciendo las células de la piel. Excelente para pieles sensibles y grasas, pieles con poros grandes también.
Además, le podremos añadir caolín, que actúa como filtro físico, refuerza la formulación y aporta más suavidad.
Elaboración de la crema solar protectora
¿Qué pasos tenemos que seguir para elaborar la crema con protección solar?
En primer lugar, calentamos el aceite de coco y lo mezclamos con la manteca de karité.
Añadimos 6 ó 7 gotas de aceite esencial de zanahoria (o frambuesa, caso de que hayamos elegido este segundo aceite) Mezclamos de nuevo bien y lo guardamos en un bote de vidrio con tapa.
Lo usaremos cada vez que vayamos a salir al sol y lo reponemos después de tomar el baño.
Antes de usar cualquier receta casera para hacer protector solar para tu protección y la de tu familia, debes conocer los límites de estas formulaciones caseras.
En conclusión, el tipo de protector solar que encontrarás en los estantes de las tiendas está hecho con un equipo especializado que garantiza la distribución uniforme de los ingredientes que lo protegen de los rayos del sol. Desafortunadamente, también muchas veces contienen ingredientes tóxicos, por lo que, por eso, te ofrecemos esta alternativa.